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¿Por qué la terapia nutricional para la enfermedad de Alzheimer, es una alternativa?

¿Por qué la terapia nutricional para la enfermedad de Alzheimer, es una alternativa?La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad degenerativa, neurológico que resulta en deterioro de la memoria y el deterioro en el funcionamiento diario. Por lo general, termina con la muerte, de tres a 20 años después del diagnóstico.

Aunque la enfermedad de Alzheimer se considera incurable, existen varias opciones de tratamiento naturales recomendados por profesionales de la medicina funcional que a menudo ayudan a aliviar los síntomas y retrasar la progresión de la enfermedad. Medicina funcional es relativamente una nueva perspectiva de la atención de la salud que en lugar de tratar los síntomas de una forma normalizada, busca la causa raíz del problema de salud de un individuo y trata de remediarlo con la nutrición, los suplementos, los cambios de estilo de vida, la desintoxicación y otros medios libres de drogas de tratamiento.

¿Por qué la terapia nutricional para la enfermedad de Alzheimer, es una alternativa?

En Medicina Funcional, tratamos de optimizar las defensas naturales del cuerpo contra la enfermedad, que puede implicar la desintoxicación, el reequilibrio nutricional o suplementos de algunos elementos que faltan para un correcto funcionamiento del organismo. La terapia nutricional es un enfoque basado en la ciencia para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer sin drogas. Es importante iniciar estos tratamientos sólo después de las pruebas de laboratorio a evaluar el perfil médico completo del paciente.

Herramientas nutricionales para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.

Con base en los resultados de pruebas de laboratorio de un individuo, un practicante de medicina funcional podría prescribir uno o más de estas sustancias:

Acetil-L-carnitina (ALC): Esta sustancia tiene potencial terapéutico debido a que funciona como un precursor para el neurotransmisor acetilcolina y también promueve la producción de energía celular.

Vitamina E: previene el daño oxidativo y el déficit de memoria. En un estudio, 633 personas mayores de 65 años que no tenían la enfermedad de Alzheimer tomaron ya sea vitamina E, vitamina C o un multivitamínico. Los resultados sugieren que los suplementos de dosis alta de vitamina E pueden reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

La fosfatidilserina: En los ensayos clínicos, esto condujo a mejoras en la memoria y el funcionamiento neuropsicológico. Curiosamente, los pacientes conservan estos cambios beneficiosos durante algún tiempo después de descontinuar la fosfatidilserina.

Ginkgo: Esta hierba aumenta la entrega de nutrientes al cerebro y mejora la memoria, lo que retrasa la aparición de la enfermedad de Alzheimer.

Huperzina A: Los estudios demuestran que esta sustancia tiene más acetilcolina disponible para estimular las neuronas, lo que tiende a ser deficiente en las personas con enfermedad de Alzheimer.

Dónde encontrar ayuda

Existe una investigación recopilada en un libro que muestra a detalle toda esta información.

La publicación se llama Factor Alzheimer y lo mejor de todo es que el soporte al cliente contesta todas las dudas con respecto a este tema. 

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